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Publicaciones y artículos médicos

La deficiencia severa y prolongada de vitamina D puede causar enfermedades de mineralización ósea, como raquitismo en niños y osteomalacia en adultos, pero hoy en día no son enfermedades frecuentes en nuestro medio. Sin embargo, la deficiencia subclínica de vitamina D se produce incluso en los países desarrollados y se asocia con osteoporosis, con el consiguiente aumento del riesgo de fracturas.
El uso de corticoides puede producir niveles disminuidos de 25(OH)D. Por otro lado, sabemos que tanto el déficit de vitamina D como el uso de GC de forma independiente suponen un aumento de la resorción ósea. Es por ello, que la prevención de dicho déficit supone una importante tarea en este grupo de pacientes.
La osteoporosis (OP) es una enfermedad frecuente, que afecta al 30% de las mujeres tras la menopausia. El riesgo de fractura estimado a lo largo de la vida es del 15-20% para la fractura de cadera, y del 50% para cualquier fractura. Las consecuencias de la fractura de cadera son un deterioro de la calidad de vida y pérdida de autonomía, así como un incremento de la morbimortalidad.

La vitamina D es un complejo hormonal cuya función es de gran relevancia en el metabolismo fosfocálcico; su papel es importante en el desarrollo, mantenimiento y función del sistema musculoesquelético. La deficiencia de vitamina D supone un riesgo potencial para los pacientes por su repercusión sobre la función neuromuscular, riesgo de caídas, riesgo de fracturas y un efecto negativo sobre la consolidación de las mismas. El traumatólogo tiene una posición privilegiada para identificar a los pacientes con hipovitaminosis D y la oportunidad para indicar pautas de tratamiento de este problema.

La prevalencia de hipovitaminosis D es alta en todo el mundo, incluso en áreas geográficas muy soleadas como el sur de Europa o los estados sureños de EE.UU. como Florida.

La relación entre la hipovitaminosis D y múltiples enfermedades pulmonares se ha establecido en base a estudios epidemiológicos de asociación, algunos ensayos clínicos, ciertos modelos experimentales, y estimulados por el descubrimiento del papel inmunomodulador y regulador del crecimiento celular de la vitamina D.

La vitamina D es más que una vitamina liposoluble. Su forma más activa, el calcitriol, se considera una hormona compleja que interviene en la homeostasis del calcio, y que tiene otras múltiples funciones a nivel de diversos órganos incluyendo la regulación del crecimiento celular. Actualmente muchos niños y adolescentes hacen «vida de interior» y están muy poco tiempo al aire libre. Si además cuando salen lo hacen cubiertos por mucha ropa o con protección solar, los niveles de vitamina D pueden ser insuficientes. Los aportes de vitamina D a través de la dieta son muy escasos y en España está muy poco extendido el uso de alimentos suplementados con vitamina D.

A pesar que no es factible realizar una recomendación personalizada a cada paciente, sí se puede afirmar que la exposición solar es la forma más eficaz de elevar los niveles de vitamina D en sangre. Sin embargo, la exposición solar es mutagénica y está directamente relacionada con la aparición de cánceres de piel. Debido a esto, actualmente no es posible realizar recomendaciones generales que sean netamente beneficiosas para el paciente en relación a la fotoexposición. Por esta razón, la suplementación oral con vitamina D tendría la ventaja de aportar las necesidades óptimas de la vitamina, obviando los efectos nocivos de la exposición solar.

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