Recomendaciones en la práctica clínica. Déficit de vitamina D en Reumatología
La función principal de la vitamina D es el mantenimiento de la homeostasis del calcio y el fósforo. Su deficiencia mantenida puede causar una alteración de la mineralización ósea y provocar raquitismo en el niño y osteomalacia en el adulto. Niveles bajos de calcifediol (25[OH]D) determinan un hiperparatiroidismo secundario que conlleva un aumento del remodelado óseo y, por tanto, una pérdida de masa ósea y un mayor riesgo de fracturas.
Pero, además de los beneficios óseos, presenta múltiples beneficios extraóseos (FIGURA 1). La presencia de la 1á-hidroxilasa (enzima activadora del calcifediol) y receptores de la vitamina D (VDR) en la mayoría de los tejidos y células del organismo, explicarían estos beneficios extraóseos.
La deficiencia de vitamina D se ha asociado a la aparición de enfermedades inmunológicas y cardiovasculares, diabetes y cáncer, entre otras(2). En este texto analizaremos la relación entre la vitamina D y las enfermedades reumatológicas más frecuentes.