Relación entre el déficit de vitamina D y el cáncer de mama
Octubre es el mes de la sensibilización sobre el Cáncer de Mama una patología que causa 458.000 muertes cada año en el mundo, según la OMS y que es, de lejos, el cáncer más frecuente entre las mujeres. Esta iniciativa de sensibilización, contribuye a aumentar la atención y el apoyo tratando de concienciar a la ciudadanía en la detección precoz y tratamiento del cáncer de mama.
El déficit de vitamina D podría asociarse a una mayor prevalencia de algunos tipos de cáncer, como el cáncer de mama. En el caso de las mujeres postmenopaúsicas que además padezcan insuficiencia de vitamina u hormona D podrán padecer consecuencias importantes a nivel óseo ya que supone un mayor riesgo de pérdida de densidad ósea y, por lo tanto, de fracturas.
En este sentido, el efecto antiinflamatorio de la vitamina D podría estar relacionado con el control de la progresión del cáncer debido a su labor de bloqueo en la producción de interleucinas inflamatorias.
Según el Dr. José Luis Neyro, especialista en Ginecología y Obstetricia: “Desde un punto de vista epidemiológico, distintos estudios han demostrado que las mujeres con concentraciones de 25 (OH) D ≥60 ng/ml tenían un 80% menos de riesgo de cáncer de mama que las mujeres con concentraciones inferiores a 20 ng/ml. Los expertos preferimos denominar a la vitamina D como complejo hormonal D, ya que su naturaleza de hormona regula más de 200 genes en nuestro organismo, estando muchos de ellos relacionados con el cáncer. En este sentido, la vitamina D podría hacer más lento el desarrollo de esta enfermedad, incluso podría impedir la formación de la misma, promoviendo la diferenciación celular, hecho que permite que disminuya el crecimiento de células cancerosas. Por todo ello, esta hormona tiene una clara acción anticancerosa asociada al tumor maligno mamario”,
El complejo hormonal D, más conocido como vitamina D es una hormona quimiopreventiva que participa de alguna manera en el desarrollo y la progresión del cáncer de mama. Según los expertos en la materia, la hormona D juega un papel jmportante debido a su papel quimiopreventivo en el desarrollo y progresión de esta enfermedad. Además, el Dr. Neyro recuerda que “los tratamientos de quimioterapia y/o de inhibidores de la aromatasa, frecuentes en muchos casos de cáncer de mama, afectan de manera negativa a los niveles de la hormona D”. Por lo tanto, un déficit de vitamina D podría estar asociado con el avance y aparición de metástasis en tumores malignos.
“Es difícil tener niveles de vitamina D adecuados de manera espontánea en las edades en las que mayoritariamente se desarrolla y presenta el cáncer de mama. Valorar esos niveles debería ser práctica clínica habitual asociada al estudio diagnóstico de cada paciente, estableciendo un plan terapéutico global dentro del contexto clínico de cada uno de ellos. La suplementación de vitamina D en pacientes con cáncer de mama puede tener beneficios asociados, incluso en estadios avanzados. Para estos pacientes, recuperar los niveles óptimos de vitamina D en plasma puede mejorar los resultados de la quimioterapia y reducir sus efectos secundarios asociados, contribuyendo, además, a disminuir el grado de dolor, la necesidad de analgesia y, por ende, a mejorar su calidad de vida”, explica el Dr. Neyro.
Fuente: IM Médico