Día Internacional de la Vitamina D
Hoy, sábado 2 de noviembre celebramos el Día Mundial de la vitamina D, esta iniciativa promovida por Vitamin D Society, una organización sin ánimo de lucro que busca aumentar la conciencia de la comunidad sanitaria y la ciudadanía en general, sobre los beneficios para la salud que suponen unos niveles óptimos de vitamina D.
Según los expertos, más que una vitamina se trata de una hormona. Según estudios publicados en los últimos 20 años el 3% del genoma humano se regula a través de la vitamina D de manera directa o indirecta. Su déficit se estima entre el 37% y el 50% de la población sana y su repercusión, en términos de salud, tiene un alcance considerable.
La función más conocida de la Hormona D es asegurar una correcta absorción del calcio que ingerimos con los alimentos para contribuir a una óptima salud ósea. Además, actualmente, conocemos que la Hormona D en estado activo, se comporta como un factor de transcripción genómica que ayuda a modular centenares de genes importantes en la regularización de la diferenciación y proliferación celular, en el control de la presión arterial, en la glucemia o en la inmunidad.
Además, según la Dra. Carmen Pingarrón Santofimia, jefe de servicio de Ginecología y Oncoginecología del Hospital Quironsalud San José, la hormona D desempeña un importante papel en distintas etapas de la vida de la mujer como pueden ser la fertilidad, el embarazo, la lactancia y la menopausia.
Por ejemplo, algunos estudios estiman que el 50% de las mujeres mayores de 50 años padecerán alguna fractura producida por osteoporosis a lo largo de su vida.) Además de seguir unas pautas de vida saludable, son necesarios tratamientos específicos prescritos de manera individualizada para tratar de reducir riesgos. En este sentido, es esencial mantener niveles adecuados de 25-OH-D (entre 30 y 65 ng/ml), ya que este rango está estrechamente relacionado con las fracturas óseas. Evitar estos riesgos es de vital importancia dado que la mortalidad entre las mujeres que se fracturan la cadera oscila entre el 14% y el 36%.
Aunque España es uno de los países con más horas de sol en Europa, los niveles plasmáticos de vitamina D de sus habitantes son similares a los de Europa Central e incluso, similares al de regiones del norte como Escandinavia, estimándose que el 50% de la población padece insuficiencia de esta vitamina.
El 84% de la población joven y sana, de en torno a los 26 años, tiene insuficiencia de vitamina D, cifra que alcanza el 87% en el caso de las personas mayores de 64 años. En este sentido, los especialistas sanitarios tienen un importante papel para tomar medidas que faciliten la reposición de los niveles plasmáticos de vitamina D.
En este momento, el control de los niveles de vitamina D no está incluido de forma regular en los análisis rutinarios entre los médicos de Atención Primaria, por lo que esta prueba generalmente solo se recomienda en determinadas situaciones de riesgo o patologías, como en insuficiencia renal o hepática, durante la administración de corticoides o en algunos tratamientos para el cáncer de mama.